Capítulo 8 – Nydala – Sodankyla

Un día más, a las 6.00 de la mañana ya estábamos en pie. Como no hay que recoger campamento, hoy salimos un poco antes. Sí tuvimos que recoger y doblar la ropa limpia, pero no nos quitó mucho tiempo.

En la litera de arriba no cabe un ciudadano de estatura media

¡Todo listo para un gran día!

Había llovido durante la noche, y había previsión de mucha lluvia durante el día… y se cumplió. Aunque después de lo vivido en Francia y Alemania, ya todo parecía poco. Hasta el mediodía, rodamos paralelos a la tormenta, pero a partir de ahí, ya íbamos hacia ella, y después de mediodía, ya no pararía en todo el día.

Vimos muchísimas iglesias como esta durante el viaje, con el cementerio a su alrededor

Repostajes uno o dos al día como mínimo

Rumbo a la tormenta

Con la tormenta encima, comprando víveres

De nuevo, rodando con lluvia

Después de más de 9 horas y 500 kilómetros, llegamos a la casa de Papá Noel, en Rovaniemi, Finlandia. Nos recibió con lluvia débil y 12 grados. No era Navidad, pero era lo suficientemente invernal para un canario. Aunque nos resistimos un poco, nos hicimos la foto de rigor con él y hablamos algo, ya que «controlaba» algo de español. Después visitamos la tienda de souvenirs y aquí, poco más hicimos, salvo comernos un helado (Sí, aún con el frío, nos apetecía)

Pidiendo cosas, que creo que nos hemos portado bien

Aquí siempre es Navidad

Algo que hay en este mismo lugar aún más importante que la casa de Santa Claus, es que se cruza la línea del Círculo Polar Ártico. Es decir, que a partir de aquí, hay al menos un día al año que no se pone el Sol (y viceversa), y al estar a 21 de junio, quería decir que ya no íbamos a ver una puesta de Sol hasta que volviéramos a bajar. Total, que nos hicimos 400 fotos saltando la línea marcada en el suelo y continuamos nuestro viaje hacia el Norte.

¡Cruzamos el Círculo Polar Ártico!

A los pocos kilómetros… ¡vimos a los primeros renos!¡Qué emoción! Ahí estaban, pastando tranquilamente junto a la carretera. Apenas nos dio tiempo de tomar una foto, pero no importa, ¡veríamos muchos más!

Los primeros renos (Veríamos muchísimos más)

Debido a que seguíamos con previsión de lluvia, decidimos buscar cabaña para pasar la noche, pero, ¿recuerdas que los campings se quedaban sin personal a partir de las seis de la tarde? Hoy nos costó un poco más de lo normal encontrar caseta, y la que encontramos fue la peor de todo el viaje. No sólo era más cutrilla, sino que por fuera estaba infestado de mosquitos, algo por otra parte, normal en Finlandia por estas fechas, según hemos leído.

Orajoki Camping, junto al río Kitinen (Evitar)

En fin, otro día de muchos kilómetros. ¡Mañana llegaremos a Cabo Norte!

Capítulo 7 – Estocolmo – Nydala
Capítulo 9 – Sodankyla – Cabo Norte

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