Capítulo 15 – Salamanca – Sevilla
Con más de 500 kilómetros, la del 21 de junio iba a ser una de las rutas más largas del viaje, y la más calurosa… con diferencia. La idea era parar en seis lugares diferentes, pero la temperatura de hasta 36º hizo que sólo paráramos en Mérida y en gasolineras para rehidratarnos.
Salimos con 26º de Salamanca rumbo a Plasencia. Al llegar, la imposibilidad de aparcar cerca del centro histórico y el calor hizo que nos quedáramos dentro de un bar a tomar un refresco. Sé que había aparcamiento cerca, pero debido a una obra, el GPS no ayudaba y el atasco reinante tampoco. Así que después de esto, nos enfundamos las chaquetas y salimos hacia Cáceres, ciudad que también decidimos pasar de largo… Ya íbamos por 32º y quedaban más de 200 kilómetros para llegar.
Repostando agua para el cuerpo
A mediodía llegamos a Mérida con la intención de ver varios monumentos, pero nos quedamos sólo con el espectacular e imprescindible teatro romano. Después de verlo, hicimos algo que no se debe hacer. Nos desplazamos en sandalias, bermudas y camisa durante unos dos kilómetros… hasta el McDonald’s. ¡Bendito aire acondicionado! Con muy poca vergüenza, tras comer, nos cambiamos allí mismo y salimos hacia Sevilla, ya tocando los 36º.
Teatro Romano de Mérida
Teatro Romano de Mérida
Teatro Romano de Mérida
Teatro Romano de Mérida
Teatro Romano de Mérida
Teatro Romano de Mérida
A medio camino estaba Zafra, donde pensábamos hacer una parada, pero hacía tanto calor que decidimos parar en una gasolinera y llegar cuanto antes a Sevilla. ¡Nos estábamos deshidratando! ¿Cómo aguantan aquí los moteros los meses de verano? Eché mucho de menos nuestros queridos Alisios…
Tras llegar al Hotel, dejamos la moto en el garaje y, después de una refrescante ducha y con la algo más fresca temperatura, tocaba disfrutar de la noche sevillana.
La Giralda en la Catedral de Sevilla
Plaza del Salvador
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