Capítulo 9 – Sodankyla – Cabo Norte

A las 8.00 de la mañana, después de engrasar la cadena de la África Twin, ya estábamos listos para continuar rumbo al Norte… ¡estábamos a «tan sólo» 427 kilómetros de Cabo Norte! En kilómetros, esta sería la etapa más corta que habíamos hecho desde que salimos el 15 de junio, es decir, hoy se cumplía una semana de viaje y llegaríamos un día antes de lo previsto al destino.

El camping, malo. Las vistas, preciosas.

Empaquetados y listos para salir

¡Sólo 427 kilómetros hasta Nordkapp! (Casi 3 vueltas a Tenerife ya nos parecen poco)

Hoy el día estaba especialmente frío. Además de la baja temperatura, el viento soplaba un poco más de lo normal. A las dos horas de salir, nos encontramos con un poblado Sami auténtico, y junto a él había una pequeña cafetería con una tienda de souvenirs. Esperábamos algo más de artesanía, pero a parte de algunas pieles, cuernos y utensilios de madera, vendían todo lo que te puedes encontrar en una tienda de la ciudad, como tazas, camisas, imanes, llaveros,… Luego, nos sentamos en la cafetería y nos tomamos un chocolate caliente que nos supo a gloria.

Cafetería y tienda Sami

Poblado Sami (Prohibido entrar a turistas)

Tomando chocolate calentito

Apenas habían pasado 10 minutos de ruta, ¡y nos tropezamos con un rebaño de renos! Y ahora sí que estaban tranquilos junto a la carretera. ¡Qué ilusión! Paramos y estuvimos casi media hora contemplándolos y disfrutando del momento.

¡Qué cosa más bonita! (Los renos de detrás también)

Aún en territorio finlandés, en un cruce, ¡vimos la primera señal de Nordkapp! Por supuesto, paramos a tomarnos la foto con ella. Y según ella, ¡estábamos a sólo 343 kilómetros! Y los paisajes, cada vez más bonitos, lo que hacía el viaje mucho más agradable.

¡Ya queda menos!

La siguiente para obligada era Karigasniemi. ¿Y por qué? La razón es que es la última ciudad de Finlandia antes de Noruega, y por ello, el último lugar para repostar un poco más barato. En Noruega es difícil encontrar gasolina por debajo de los 2€/litro. También aprovechamos para recargar las maletas de provisiones. Y en un santiamén, ¡ya estamos en Noruega!

En Noruega, mires donde mires, todo es bonito

Poco a poco veíamos el paisaje cambiando. Los pinos se transformaban en arbustos. Los arbustos en pasto. Y llegamos a ver ya restos de nieve junto a la carretera. Luego, tocaba cruzar el famoso túnel de Nordkapp, que conecta el continente con la isla de Mageroya, donde se encuentra Cabo Norte. Nunca me imaginé lo empinada que es la bajada y lo largo del túnel (casi 5 kilómetros) que pasa por debajo del mar. Después de la mitad del túnel, comienza el ascenso, igual de empinado que la bajada. ¡Menuda experiencia!¡Y qué frío dentro del túnel! Al salir nos encontramos una preciosa isla, salpicada de pueblos pesqueros, unas carreteras con un buen asfalto y unas vistas espectaculares. ¡y llena de renos!

¡Cruzando bajo el mar!

Sobre las 18.00 horas llegamos al camping BaseCamp NorthCape. No confundir con el Nordkapp Caravan & Camping, que aunque suena parecido, está un poco antes. Nos costó darnos cuenta de que el segundo no era el que nosotros habíamos reservado. Esta cabaña fue una de las mejores en las que estuvimos en el viaje, aunque también, de las más caras: Unos 135€ la noche.

Estábamos a tan sólo 15 kilómetros de Cabo Norte. La idea era ir de madrugada, cuando no hay vigilante y se puede llegar en la moto hasta el monumento de «la bola». Pero claro, ¿está a 15 kilómetros y no vas? Vaciamos las maletas, nos abrigamos bien y… ¡rumbo al Norte del Norte!

¡Partiendo hacia Nordkapp!

El paisaje de este último tramo tampoco defrauda, aunque poco a poco, nos íbamos metiendo en una densa niebla, hasta el punto de que apenas se veía nada delante de la moto. Llegamos sobre las 19.30, con una espesa niebla, cinco grados y algo de viento. Allí había algunos moteros y muchas caravanas, pero menos gente de la que me imaginaba por ser el lugar que es. Mientras nos acercábamos, la bola iba apareciendo poco a poco de dentro de la niebla, y ya estando muy cerca, la vimos en todo su esplendor… ¡Qué nervios!¡Qué alegría!¡Qué satisfacción!¡Lo habíamos logrado!¡Siete días y casi 7.000 kilómetros!

Lago en la isla de Mageroya

Ambiente motero en Cabo Norte

¡Llegamos!

El «primer» Cabo Norte

«Mamá, fue él»

Explorando la zona. Monumento a los Niños del Mundo

En ese momento ya teníamos claro que íbamos a volver de madrugada, pero como no sabíamos si íbamos a tener mejor o peor tiempo, aprovechamos bien el momento, recorriendo los senderos y tomando fotos de todos los monumentos.

Al bajar, aún era temprano, así que nos acercamos al bonito pueblo pesquero de Skarsvåg. Después de esto, cenita calentita en casita y a dormir, que mañana toca madrugar.

Skarsvåg

Capítulo 8 – Nydala – Sodankyla
Capítulo 10 – Cabo Norte – Skibotn

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