Capítulo 15 – Grong – Trollstigen
¿Has leído el título? Sí, el destino final de la etapa de hoy era hacer la ruta del Trollstigen. Lamentablemente, unas semanas antes de llegar, hubo un desprendimiento de rocas que cayeron sobre vehículos. Por seguridad, cerraron la vía y no la abrirían de nuevo hasta al menos, 2025. No importa. Intentaríamos llegar lo más lejos posible sin desviarnos del plan.
Tras más de 200 kilómetros desde que salimos, llegamos a Trondheim, la ciudad más grande de Trøndelag, provincia del centro de Noruega. Nos recibió con bastante lluvia, por lo que estuvimos poco tiempo, aunque pudimos ver su catedral y su famoso puente Antiguo.

Trondheim nos recibió con lluvia

Catedral de Trondheim

Puente Antiguo de Trondheim
Después de ver la ciudad, pusimos la directa a otro punto mítico de Noruega: La Atlantic Ocean Road. ¿No sabes lo que es? Es una vía de unos pocos kilómetros que conecta pequeñas islas entre sí. Al tener que hacer los puentes elevados (por el paso de embarcaciones) y en curva crea la ilusión de ser puentes imposibles o que no llevan a ningún sitio, según el ángulo con que los mires. Además, al estar a baja altura sobre el océano, la convierten en una de las carreteras más peligrosas del mundo. A nosotros, salvo por la lluvia ligera que había, nos tocó un día bastante bueno para cruzarla. Y pese a ser un destino turístico de primer orden, tampoco había demasiado tráfico, así que, ¡a disfrutarla! tanto, que la cruzamos de ida y vuelta.

Las vías de Noruega son un espectáculo

Vimos muchas iglesias como ésta

Tomando fuerza para continuar el viaje. La comida típica está muy rica.

«Creo que vamos bien…»

El país del agua, los túneles, y los puentes

Típica parada de guaguas (Autobuses). También vimos muchas viviendas con forjado vegetal.

Los puentes imposibles de la Atlantic Ocean Road

¡Estamos aquí!

«Ya pasé por ahí, y ahora voy a pasar otra vez»
Antes de las 20.00 horas llegamos al Trollstigen Resort, parada obligatoria para hacerse fotos con los Trolls que hay allí y más, ¡con el troll motero! También no nos pudimos resistir a comprar algunas cositas para traer de recuerdo. ¡Hay todo tipo de trolls para llevar! Eso sí, muy pequeñitos…
Después de esto, comenzamos el ascenso. El corte de la carretera estaba muy alto, y nos permitió ver las famosas cascadas y caminar por un precioso sendero con un río paralelo a la vía. El paisaje, una vez más, espectacular, y aunque no pudimos subir con la moto, mereció muchísimo la pena.

Más lagos como espejos

¡Con el Troll motero!

…y con el de tres cabezas.

Hasta aquí pudimos llegar

Descubriendo senderos

Una de las cascadas desde el sendero
Esa noche nos quedamos en el Trollstigen Resort, aunque no es el mismo en el que están los Trolls. Es uno que está un poco más alejado, pero muy recomendable. Una de las mejores cabañas de todo el viaje.
Toca descansar después de una larga jornada de moto, con más de 600 kilómetros recorridos. ¡Mañana más!

Nuestra espectacular cabaña de hoy
Capítulo 14 – Salstraumenn – Grong
Capítulo 16 – Trollstigen – Luster
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