Capítulo 22 – Gravendeel – Condette

Después de una noche de poco descanso para mí, salimos rumbo hacia Bélgica. Hoy queríamos descansar de autopistas, ya que «sólo» teníamos que hacer unos 320 kilómetros. Así que para llegar a Brujas, nos tocó atravesar Amberes, además de otras muchas pequeñas localidades del país.

Lo más curioso es que nunca te das cuenta del momento en el que pasas de Países Bajos a Bélgica. De repente, las banderas que ondean en las casas (Sí, en Europa muchas casas lucen con orgullo la bandera del país) pasan de ser rojo/blanco/azul a negro/amarillo/rojo, ¡y ya estás en Bélgica!

Nos espera un día gris, pero sin autopistas

Cruzando Amberes

A mediodía llegamos a Brujas, en un día gris y con una continua pero muy débil lluvia. Brujas es una ciudad a la que hay que dedicar un par de días, o al menos, un día entero. Aún así, exprimimos a tope las casi cuatro horas que estuvimos allí, paseando por sus calles medievales, quedándonos boquiabiertos con sus antiguos edificios y disfrutando de la paz y tranquilidad de sus canales.

Así de espectacular es la entrada a Brujas

¡Aparcada!

Felicidad

Aquí, todo es bonito

…e impresionante

La paz de los canales

Muchas dulcerías

y alguna probamos

Antes de salir, buscamos un camping que estuviera en ruta y estuviera abierto, y encontramos el Camping-Caravaning du Château, que pese a estar muy cerca de la carretera, estaba muy tranquilo ¡Un campamento muy bueno!. La pena es que no tenían cabañas libres, y un día más, había avisos de lluvia, así que tocaba otra noche pasada por agua.

¡Mañana más!

Camping-Caravaning du Château en Condette

Capítulo 21 – Hamburgo – Gravendeel
Capítulo 23 – Condette – Normadía

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