Capítulo 5 – Roetgen – Sakskobing

Después de una buena noche (No sabía lo bien que se descansaba en una caseta cuando estás cansado de verdad), tocaba recoger el campamento y salir lo más temprano posible. Una vez más, a las 7.00 ya estábamos en marcha con el objetivo de llegar a Dinamarca ese día. Aún no había llegado ningún encargado del camping, así que lamentablemente, nos fuimos sin pagar.

Antes de salir de Roetgen (Alemania), nos encontramos con un pequeño mercadillo al aire libre. Allí aprovechamos para comprar algunos dulces típicos que probaríamos en nuestra primera parada.

Roetgen (Alemania)

Comprando dulces en Roetgen

A mediodía llegamos a Bremen. ¡Qué bonito todo! Tras pasear unos minutos por su plaza y tomar unas fotos a «los músicos de Bremen», hicimos una compra de provisiones y continuamos el viaje, aunque esta vez, en vez de rodar, íbamos a «navegar».

Probando los dulces ¡Qué ricos!

Descansando en un área de descanso

Plaza del Mercado de Bremen

Con los Músicos de Bremen

Y es que de repente, comenzó a llover de manera aún más fuerte que en Francia. Paramos en un lado de la autopista para ponernos ropa de agua… bueno, yo no, ya que la previsión ponía que solo duraría media hora. Sin embargo, el agua duró más de tres horas, y esta vez, la estrategia de ir a la velocidad máxima permitida no era válida, ya que estábamos en autopistas alemanas sin límite de velocidad. Así que, 120 Km/h, y a seguir subiendo. ¡Llegué caladísimo!

¡A ponerse la ropa de agua!

En la imagen no se aprecia lo fuerte que llovía

Tras pasar Hamburgo, llegamos a la Isla de Fehmarn cruzando su precioso puente, y todo ello para llegar hasta Puttgarden, donde cogeríamos el primer ferry del viaje que nos llevaría hasta tierras danesas, concretamente a Rødbyhavn. Afortunadamente, el mar estaba totalmente en calma. De todas formas, es un trayecto más bien corto.

Cruzando el puente de Fehmarn

¡Ya en el ferry!

Al llegar, nos sorprendió que no había ninguna ciudad. Te bajas del barco y simplemente hay una carretera que te invita a continuar hacia el Norte.

A las 21.00 horas llegamos al camping que habíamos encontrado. ¿Te dije ya que la mayoría cierran a las 21.00 horas? Pues otra vez, nos tocó saltar la cadena y acampar con la esperanza de pagar al día siguiente.

Terminando de montar el campamento, volvió a llover, aunque débilmente. Y ya a partir de aquí, no veríamos más la oscuridad cerrada de la noche. También comenzaron a atacarnos los mosquitos…

Otros 700 kilómetros más en la mochila. ¡Mañana más!

Sakskobing Camping

Capítulo 4 – Saint Épain – Roetgen
Capítulo 6 – Sakskobing – Estocolmo

No Comments

Post a Comment