Capítulo 16 – Se acaba la aventura
En este capítulo voy a resumir los tres últimos días de nuestra estancia, ya que la única ruta que hicimos fue llevar la moto hasta el barco en Huelva.
El día 22 de junio vino hasta Sevilla Jose, un amigo de Tenerife que también estaba dando la vuelta a la Península en su Burgman 650 con su mujer, pero en sentido de las agujas del reloj. Ambos ya habíamos visitado la ciudad en otras ocasiones, y además los 36º no animaban demasiado a pasear, así que pasamos el día de bar en bar degustando tapas, cerveza y refrescos. Aunque su plan era dormir en huelva, finalmente Jose y esposa decidieron dejar la moto en el garaje de nuestro hotel y dormir en Sevilla.
Por la mañana, partimos hacia Huelva y… ¡menudo atasco! 10 kilómetros de congestión de personas que salían de sábado hacia la costa. Temimos algún instante no llegar al puerto a tiempo, aunque la llegar nos comentaron que el barco saldría aposta con algo de retraso por si quedara gente atrapada en la autopista.
Tras dejar la moto en buenas manos, la guagua de Naviera Armas tuvo la amabilidad de llevarnos hasta Huelva. Ese medio de transporte lleva pasajeros de Huelva hasta el barco, pero normalmente, no a la inversa.
Al llegar a Sevilla decidimos ir a visitar el Palacio de las Dueñas, uno de los lugares que nos faltaban por visitar de esa ciudad. Por la noche, después de una cena en Triana y disfrutar por última vez en este viaje del gran ambiente nocturno, toco ir a descansar.
Por la mañana cogimos la guagua en la Plaza de Armas y nos fuimos, con la única maleta que no viajaba con la moto, al aeropuerto.
Atrás quedaron 3500 kilómetros de autopistas, carreteras secundarias, túneles, pueblos, ciudades, montañas, ríos, frío, calor, anécdotas, hambre, sueño, personas,… y ¡amigos! ¿Volveremos? ¡Puedes estar seguro/a!
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