Capítulo 24 – Normandía – Labouheyre

Nos levantamos, como es habitual, bastante temprano, y desayunamos un buen chocolate caliente en el propio camping. Ya en la cafetería disfrutamos de un ambiente de homenaje a los caídos en la II Guerra Mundial, ya que había muchas imágenes y algunos objetos que la decoraban. Recordemos que acababan de celebrar el 80 aniversario del desembarco de Normandía unos meses antes.

Banderas en el Camping la Roseraie d’Omaha

Imágenes de la II Guerra Mundial

Después de desayunar, partimos hacia el Cementerio Americano, y llegamos los primeros. Como anécdota, pararon a Abraham en el control de seguridad, y es que,… llevaba una pequeña navaja. Tras explicar que no teníamos intención de cometer ningún atentado, pasamos a la zona del museo, repleta de uniformes, vehículos, objetos,… y un sobrecogedor audio que iba nombrando, una a una, a todas las víctimas americanas de la II Guerra Mundial.

Tras salir del museo, paseamos por el borde de la playa y llegamos al cementerio, con infinidad de cruces y estrellas en representación por los caídos americanos. Una visita muy recomendable si te gusta la historia y hacerte una idea de lo que allí aconteció.

De paseo por Normandía

Museo del Cementerio Americano de Normandía

Cementerio Americano de Normandía

Cementerio Americano de Normandía

Vistas a la Playa de Omaha

Nuestra siguiente para iba a ser el Monte Saint Michel, pero mientras planeábamos la visita, vimos que había que dejar las motos a varios kilómetros, luego coger una guagua (autobús) hasta la isla y luego volver. Como estábamos en plena ola de robos de motos en Francia y además, tampoco íbamos sobrados de tiempo, decidimos dejar la visita para otra ocasión, con más calma, pero aún así, nos acercamos lo más que pudimos para ver el lugar aunque fuera desde cierta distancia. Tras comprar algunos artículos en una tienda de souvenirs que había allí, fijamos rumbo hacia el camping Au p’tit des landes… ¡a más de 600 kilómetros!

Hay que decir, que en muchas gasolineras, pero sobre todo, en las francesas, cuando repostas gasolina para llenar el depósito, te hacen una retención en la cuenta de entre 100 y 150€. Luego, al pasar un tiempo, que pueden ser unos minutos o un par de días, te reembolsan lo que no has gastado. Pues este día, a Sonia le retuvieron dos veces, ya que se cambió de surtidor. El caso es que nos costó mucho hacernos entender que nos habían retenido dos veces, pero al final, todo se solucionó. ¡Fíjate bien cuando vayas a repostar!

Tras unas cuantas horas de viaje, mi Honda Pan European ST1300 cumplió los 100.000 kilómetros, así que hubo que hacer una mini parada para celebrarlo y por supuesto, tomar tan importante imagen.

Monte Saint Michel

¡100.000 kilómetros en la Pan!

Llegamos al camping ya cayendo la noche, y lo curioso de este día, es que el campamento estaba sólo para nosotros. Es probable que no hubiera mucha gente porque se encuentra próximo a la autopista, pero la belleza del entorno, prácticamente metido en un bosque, compensaba el ruido de los vehículos a lo lejos.

El lujo del espacio en Au p’tit des landes

Después de una etapa maratón de más de 800 kilómetros, toca descansar. Nuestra última noche en Francia.

Capítulo 23 – Condette – Normadía
Capítulo 25 – Labouheyre – Huelva

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